lunes, febrero 06, 2006  
El cielo puede esperar

Hoy estaba dispuesta a inaugurar con voz propia este blog, pero me resulta tan difícil...
Anoche antes de dormirme venían a mi cabeza un montón de ideas, un montón de temas que se dibujaban en mi memoria, que se escribían solos en mi mente; pero ahora, supuestamente despierta, nada me resulta convincente. Antes de que el sueño se llevara del todo mi conciencia, había pensado que podría escribir por qué me apasionan los cielos, sobre los distintos colores de que se tiñen, sobre cómo éstos se atenúan, cambian, se intensifican... con sólo girar la cabeza y fijar la vista en otro punto de su inmensidad. Sobre cómo se filtra la luz del sol entre las nubes o sobre las formas caprichosas que adoptan éstas con su lento y a veces casi imperceptible movimiento. O quizá escribir sobre las personas que son un cielo, como la que me ha regalado este blog. O limitarme a utilizar una referencia al estado de los cielos como excusa para empezar una historia (como tantas veces hacía antiguamente cuando sobre el papel escribía algún relato) y que esa historia fuera como alguno de los cuentos que ciertas noches invento para mi princesa, mi Cielo.
Pero ahora no encuentro las palabras para reflejar todo eso, no fluyen en mi mente las imágenes, levanto la vista mirando al cielo, buscando su inspiración y me devuelve silencio en forma de un mar de nubes, así que haré caso a lo que decía una antigua película "El cielo puede esperar" y buscaré otro momento más propicio para expresarlo.

posteado por GAN | 6:13 p. m.|
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