El miércoles por la noche estuvimos en el circo, salimos encantadas. Era una representación del "Gran Circo Nacional Chino" y si toda la magia que desplegaron en más de dos horas de actuaciones tuviera que condensarla en sólo una palabra diría que ESPECTACULAR (así con mayúsculas) sería la más apropiada. No sólo por la variedad de acrobacias que realizaron, desafiando y con mucho todas la leyes de la física conocidas (incluidas las del físico humano) sino por como éstas se desarrollaban con una puesta en escena que deleitaba a los sentidos y turbaba a la razón. La música, las coreografías, el vestuario, las luces... todo era de un estilo exquisito. Me maravillaron todas las actuaciones, pero dos especialmente. Los equilibristas, que es una cuestión de debilidad desde pequeña, una aspiración frustrada por las crueles leyes de la gravedad. Y el otro no sé que nombre recibe, era una pareja que enlazados a unas telas de un rojo vivísimo que colgaban de lo alto de la carpa, volaban sobre nuestras cabezas en un juego de seducción hechizante. Si alguien de los que puedan leer esto tiene la oportunidad de verlo que no lo dude, no le defraudará, porque es algo que hay que ver, las palabras no le hacen justicia y las imágenes siguientes tampoco.